25 g. de levadura fresca de panadería o 9 g. de levadura liofilizada de panadería
2 huevos medianos
Una pizca de sal
½ cdita. esencia de vainilla
125 g. de mantequilla a temperatura ambiente
150 g. de azúcar perlado
chorrito Anis Chinchón
Elaboración:
En una taza calentamos ligeramente la leche y disolvemos en ella la levadura fresca, el Anís y la esencia de vainilla. Es importante no calentar la leche demasiado, ya que el exceso de calor mataría la levadura fresca. Si vais a emplear levadura en grano o liofilizada, se añadiría también en este paso.
En un bol grande incorporamos la harina y la sal. Mezclamos y hacemos un hueco en la parte central donde añadimos la leche con levadura y los huevos. Con un tenedor comenzamos a integrar los ingredientes hasta que tengamos una masa más o menos homogénea.
Dejamos que fermente la masa, tapada con papel transparente, durante 30 o 40 minutos en un lugar cálido. Un sitio perfecto podría ser el horno previamente templadito y apagado. Pasado este tiempo añadimos la mantequilla en trocitos y comenzamos a amasar hasta que se haya integrado en la masa. Agregamos el azúcar perlado. Amasamos unos minutos más para que el azúcar se distribuya.
Untamos la gofrera con mantequilla y la calentamos. Cuando esté bien caliente añadimos una porción de la masa en cada uno de los huecos de la gofrera y cerramos. No hace falta estirarla porque la gofrera ya se encarga de eso.
Calentamos durante uno 5 o 6 minutos, es orientativo, pues hay a quien le gustan que el interior aún quede un poco crudo o bien que se cocine la masa por completo, lo importante es que el exterior quede crujiente y dorado.
El tamaño de las porciones será más o menos como el de dos cucharadas. No es necesario que cubra toda la superficie ya que al cerrar la gofrera se extenderá la masa. El tema de la temperatura depende del modelo de gofrera que tengáis, la mía es de las más sencillas y salen genial. Así que haz pruebas con la tuya hasta encontrar el tiempo perfecto.
